La protección del medio ambiente y la sostenibilidad, ejes esenciales de las Finales de la Copa de Europa de esquí alpino de Grandvalira

Durante el evento se controlará la huella de carbono, se fomentará la movilidad sostenible y se hará uso de aparatos de alta precisión para reducir el consumo energético

Buena parte de las actuaciones servirán como test para las Finales de la Copa del Mundo 2023 y para el gran hito de país de los Campeonatos del Mundo 2027 en caso de que Andorra resulte su sede escogida

 

Andorra la Vella, 24 de febrero del 2022. 

La semana del 14 al 20 de marzo de 2022 los mejores esquiadores del circuito europeo estarán en Andorra, concretamente en las pistas Avet y Àliga de los sectores de Soldeu y El Tarter de Grandvalira, para disputar las Finales de la Copa de Europa. Las principales promesas del esquí alpino, junto con el público y los cientos de aficionados que seguirán en directo la competición, se encontrarán con unas instalaciones, organización y logística absolutamente comprometidas con la protección del entorno, con una apuesta total e irrenunciable por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Éstos serán ejes fundamentales y prioritarios, alineados con la política implantada en Grandvalira ENSISA desde hace ya muchos años, también en las diferentes competiciones que ha ido organizando desde que en 2008 fue sede por primera vez sede de una Copa de Europa. Y que, evidentemente, seguirá ampliando y consolidando hasta el 2027, si es elegida para organizar los Campeonatos del Mundo. De hecho, las Finales de la Copa de Europa servirán de antesala para poner en marcha acciones de cara a las Finales de la Copa del Mundo 2023 y que también son ejes estratégicos de la candidatura para los mundiales.

 

Así, las Finales que tendrán lugar en poco más de dos semanas serán un referente en la protección medioambiental, la gestión sostenible y la lucha contra el cambio climático. La voluntad del Comité Organizador es dejar un legado permanente tanto en la estación como en el país, pensando sobre todo en las generaciones futuras. En este proceso será esencial la "sensibilización", ha defendido el máximo responsable de Medio Ambiente y Calidad del evento, Víctor Torres, tanto puertas afuera como también puertas adentro, para el personal del evento, los trabajadores de la estación y los voluntarios que participarán en las Finales.

 

Una parte de las acciones que se van a implantar se sustentan en el fomento de la economía circular. En esta línea, las Finales de la Copa de Europa apuestan por los productos de kilómetro cero, por el uso extensivo de los materiales biodegradables y reciclados, y por limitar a lo imprescindible los productos desechables. Toda la gestión de los residuos estará monitorizada, ha explicado Torres, para controlar su origen y destino. A modo de ejemplo, para evitar el uso de botellas de plástico, se instalará una red de fuentes de agua para abastecer a toda la organización y público, así como contará con contenedores adaptados para la selección. También se limitará el uso del papel y se fomentará la reutilización, por ejemplo, con los postes de carrera de las pistas, que se han adquirido en un formato que permitirá volver a utilizarlos en futuras competiciones.

 

Cálculo de la huella de carbono

En líneas globales y precisamente para reducir al mínimo el impacto medioambiental, una de las acciones esenciales que se llevarán a cabo durante las Finales (y que ya aplica la estación desde hace muchas temporadas), será el cálculo de la huella de carbono. El objetivo es intentar minimizarla lo máximo posible en todos los ámbitos de la competición, logística y transporte. Se realizará, en este sentido, un seguimiento de los consumos de energía, de residuos y de emisiones.

 

Para reducir y optimizar el consumo de agua, electricidad y gasóleo, se desarrollará un estricto control de estos consumos. En el caso del agua y electricidad, se apuesta por el uso de sistemas de GPS/radar en las pistas de competición, tanto en lo que respecta a las máquinas pisando como en la producción de nieve de cultivo. Con estos sistemas se detecta exactamente dónde es necesaria la producción de nieve en cada zona de la pista y en qué cantidad, para reducir su consumo a lo estrictamente necesario.

 

De hecho, todas las acciones, modificaciones o adaptaciones en las pistas Àliga y Avet se realizarán (tal y como se ha hecho en los anteriores eventos deportivos) con el máximo respeto medioambiental, para no generar impactos en la flora, la fauna y la zona boscosa del entorno.

 

Durante las Finales se fomentará la movilidad sostenible en todo lo referente al transporte y la logística. Se potenciará el transporte colectivo para desplazarse a corredores y público hasta la zona de la competición. En el caso de los medios de comunicación, se sustituye el servicio regular habitual por L’Uclic, el bus a demanda de la parroquia de Canillo.

 

Todas estas acciones no dejan de ser un reflejo de la política medioambiental y sostenible impulsada desde Soldeu El Tarter en los últimos años, y que cuenta con certificaciones ISO de validación como la ISO 14001. “Trasladamos el día a día de la estación al 'evento”, ha defendido Torres, para que las ocho carreras que tendrán lugar del 14 al 20 de marzo (de eslalon, eslalon gigante, supergigante y descenso) se conviertan en ejemplo a seguir para futuras competiciones de esquí alpino pero también otras disciplinas deportivas, dentro y fuera de Andorra.